"¿Es posible un modo de vida solidario?", por María Paz Solís Durigo

 Modo de vida imperial. Vida cotidiana y crisis ecológica del capitalismo, de Ulrich Brand y Markus Wissen. Traducción de Silke Trienke. Buenos Aires, Tinta Limón, 2021, páginas 256.



Modo de vida imperial. Vida cotidiana y crisis ecológica del capitalismo es el nuevo libro de Ulrich Brand y Markus Wissen. Si bien, está escrito en el corazón del imperio capitalista, entabla una discusión internacionalista: con una mirada disidente, interviene en el debate actual por la crisis ecológica global. Apareció en Alemania, en 2017, generando mucho revuelo. En Argentina, podemos leerlo en español desde fines de 2021 gracias a la editorial Tinta Limón y a la colaboración de la Fundación Rosa Luxemburgo.

Para entender al problema medioambiental actual, Brand y Wissen lo sitúan en un entramado complejo de crisis global múltiple: ecológica, económica, geopolítica, hegemónica, de la gestión de la crisis, de los Estados Nacionales, etc. El problema que hallan en la nueva ortodoxia crítica es que sus soluciones siguen siendo compatibles con los discursos dominantes. Por el contrario, el concepto modo de vida imperial viene a develar los entramados violentos que sostienen las prácticas sociales cotidianas de producción y consumo; así como la división internacional del trabajo propia del capitalismo, que genera dominio colonial, patriarcal, racista y clasista. Su crítica a estas “alternativas falsas” vinculadas a una economía verde es que la producción de bolsas ecológicas no sólo no se detiene en estos vínculos, sino que continúa perpetuándolos.

El modo de vida imperial tiene que ver con las relaciones de dominación Norte-Sur: es el resultado del bienestar del Norte Global a expensas del Sur Global, a través de la explotación de su naturaleza y de su mano de obra. En otras palabras, a través de la externalización de los costos sociales y ambientales hacia estos otros territorios. Un modo que requiere de la alianza entre el Norte Global y las elites nacionales del Sur Global, como también de la complicidad de sus Estados. Pero, es también debido a su propio triunfo y atractivo que está extinguiéndose. Hoy, genera procesos migratorios a la par de políticas violentas de seguridad y exclusión; economías emergentes de competitividad que limitan la exclusividad del Norte y provocan tensiones eco-imperiales.

Con miras al futuro, los pensadores alemanes se detienen en la incongruencia actual de la alta conciencia de las crisis y, en paralelo, la dificultad para una transformación real. La verdadera razón es que las elites no quieren perder los beneficios de su modo de vida.

Entonces, ¿qué hacer? Brand y Wissen dan cuenta de la necesidad de una alternativa emancipatoria que se base en modos de vida solidarios que no saldrán del status quo, sino que son la contracara del modo de vida imperial sobre el que este se sostiene. El libro no desarrolla una teoría política para generarla; tan sólo presenta una serie de lineamientos sobre los que podría construirse: la crítica de las condiciones predominantes, el ajuste de las relaciones de fuerza, establecer otras reglas políticas, modificar las subjetividades, generar otras expectativas e ideales, y a partir de esto, una propuesta que, sin estar basada en ninguna teoría, se enmarque en un horizonte de deseo.

El problema de su propuesta es que ellos mismos terminan incurriendo en una incongruencia. Primero, presentan un concepto que puede dialogar de lleno con las luchas de las defensoras de los territorios del Sur Global contra lo que también llaman una triple dominación: capitalista, patriarcal, racista. O con la colonialidad del poder de Walter Mignolo. Todos denuncian un modo de vida que va desde las apropiaciones coloniales de nuestros territorios hasta la externalización neocolonial de los costos. Pero luego, Brand y Wissen terminan tomando como modelo posible al movimiento ecologista alemán Ende Gelände. ¿Acaso el Sur Global debe reducirse siempre a imitar al Norte Global? ¿Acaso nosotros no podemos imaginar nuestras propias alternativas emancipatorias?

Tal vez, la decisión de Tinta Limón de incorporar un debate entre Brand y los escritores regionales Gabriela Massuh, Bruno Fornillo y Camila Moreno viene a saldar este problema. Hace dialogar al libro con nuestras particularidades desde miradas locales. Massuh nombra al concepto del Buen Vivir propio de la cosmovisión ancestral (sumak kawsay quechua, teko porã guaraní) que se corre de la noción de mercancía, y que se basa en la reciprocidad, el policultivo y la comunión con la naturaleza. Un modo de vida solidario que, en efecto, funciona como resistencia en varias regiones de Latinoamérica.

La pregunta es, entonces: ¿podremos proponer nuevos modos de vida solidarios de cara al futuro?

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