“Ángeles sin filtro”, por Karina Wainschenker (Entrevista a José Adiak Montoya)
Foto: Daniel Mordzinski |
El sótano del ángel es la primera novela del joven escritor nicaragüense
José Adiak Montoya. Ganadora del concurso nacional de escritores de su país,
fue editada por Océano y distribuida en todo el continente. En esta entrevista,
el autor nos cuenta detalles sobre el proceso de escritura.
De las imágenes que dispararon El sótano del ángel, ¿cuál
recordás que haya sido la que te convenció escribirla? O, dicho de otro modo,
¿qué te interesó de esa imagen para sumergirte en ella?
Esta novela es el resultado de dos cosas muy
específicas: el personaje y una idea que lo puso en movimiento.
Tenía en la cabeza un personaje que vagaba
autónomo, lo veía vestido de negro gracias a una especie de luto permanente por
algo que lo hacía sentirse culpable, algo que en ese momento no sabía qué era.
Y así ese personaje se mantuvo en mi mente huérfano de historia por algún
tiempo.
Luego me hice un planteamiento conciso: ¿Cuáles son
las posibilidades del amor dentro de la locura? ¿Qué tipo de historia puede
surgir si el amor se planta en una cabeza atrofiada? Pronto me di cuenta que
esa cabeza pertenecía a mi personaje que flotaba en limbo. Al juntar ambas
cosas, esta idea con este personaje, la historia empezó a construirse y a
fluir.
¿Cómo te relacionaste con personajes de emociones tan intensas durante el
proceso de escritura?
Fue un vínculo muy hermoso el que se formó entre
los personajes y yo, y responde a que nunca antes había pasado tanto tiempo con
mis personajes. Antes había escrito nada más cuentos cortos, y ahora por
primera vez tenía que crear un mundo más complejo y completo para estos seres.
Durante tres años que tardé en escribir el libro, cada día estaba invitado a
reunirme con ellos, a cuestionarlos, a enojarme, a arrebatarles cosas que les
iban a producir dolor aún sintiendo que eran especiales para mí, se volvieron
amigos.
¿Cuál fue el mejor momento de la escritura de El sótano del ángel?
¿Y el peor?
El mejor momento siempre fueron algunas madrugadas en
que la quietud y el silencio me daban las herramientas para trabajar con
verdadero placer, sentir que un capítulo fue bien logrado, que no paré de
escribir, que la sesión de trabajo fue productiva, es una felicidad a las que
pocas veces he tenido acceso.
El peor momento fue cuando por unos meses creí que
había llegado a un punto muerto en la historia, necesitaba que el personaje
principal secuestrara un ángel, en una novela realista, carente de fantasía
¿cómo podía lograr eso? Fueron momentos de gran confusión, hasta que pude ver
la luz del túnel y todas las piezas cayeron encajando en orden.
El escenario del El sótano del ángel se erige sobre un pueblo imaginario
llamado “Los Almendros”, ¿de qué modo, y en qué medida, crees que este
trasfondo y sus transformaciones se vinculan con los personajes?
Los Almendros responde a los personajes de manera
directa, tuve en la mente a los personajes antes que al ambiente, por lo tanto
tuve que crear un entorno en el que estos personajes fueran creíbles, con el
cual pudieran mimetizarse y a la vez actuar. Los Almendros es la realización
material de las emociones de los personajes, oscuras, grises, siempre
intentando averiguar quiénes son a través de la niebla de sus dudas, personajes
encerrados, que conocen poco pero que sienten mucho, si ellos se transforman lo
hace su entorno.
¿A quiénes considerás referentes indispensables para haber llegado a
escribir esta novela?
No creo que la novela como tal
tenga referentes específicos, creo que mi escritura como un todo le debe a
muchos autores, a una paleta de colores y estilos tan combinados que espero
hayan perdido su identidad en mí, quisiera que fueran difíciles de identificar.
Me gustan los autores que cambian de estilos, de la literatura me interesa su
capacidad de diversidad. Cuando pueda definir mi estilo me sentiré acabado como
autor, me gusta el cambio, quiero que cada historia me dicte con qué tipo de
lenguaje quiere ser contada, descubrir el lenguaje secreto en que una historia
pide ser traída a la vida es mi parte favorita de la escritura.
¿Qué devoluciones, tanto de la crítica como de los lectores, has tenido
desde la publicación hasta ahora?
Ha sido satisfactoria, en
Nicaragua ganó el certamen nacional del Centro Nicaragüense de Escritores, y ha
sido leída en las principales universidades del país, los conversatorios con
los estudiantes han sido muy provechosos, creo que más para mí que para ellos, ya
que al hablar de mi oficio lo descubro más.
Luego la editorial Océano lo
editó para todo el continente y espero pueda irle bien en otros países, pero
eso ya no depende de mí, el libro ya no me pertenece, luego de poner el punto
final pertenece a los lectores.
¿Crees en los ángeles?
No. Si creyera en los ángeles hubiera
sido más fácil la escritura del libro, todas las respuestas hubieran estado en
la fantasía, sin embargo cada vez que en El
sótano del ángel ocurre algo en apariencia fantástica solo responde a la
locura del personaje, al filtro dañado a través del cual ve el mundo.
Comentarios
Publicar un comentario