"53 poemas de amor y un prólogo feminista", por Carolina Bartalini
Hacer
poemas como un grito, un susurro, un ritual y una provocación. Hacer poemas entre
la bronca añeja y acuciante, entre la risa y la sensación de revoltosa
felicidad que se envuelve en los pañuelos verdes. 53 poemas reunidos en un
volumen, Martes Verde, que organiza
un mapa de deseos no cartografiados, deseos de libertad sobre y para nuestros
cuerpos y nuestras subjetividades, deseos de reconocimiento ante la ley de
nuestras decisiones soberanas y de nuestros justos reclamos. Deseos que
organizan un libro de poemas que es a la vez un solo poema, el poema de lo
actual, el verde del futuro.
Entre
el 10 de abril y el 31 de mayo, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto
Legal Seguro y Gratuito organizó los Martes Verdes, jornadas artísticas y de
agite cultural frente del Anexo de Diputados de la ciudad de Buenos Aires para
visibilizar y poner en acto una demanda histórica del movimiento de mujeres en
la Argentina: el derecho a decidir sobre nuestros propios cuerpos, el derecho
al acceso al aborto en condiciones de salud apropiadas y seguras. De estas
jornadas participaron diversos colectivos estético-políticos con trayectorias,
estilos y propuestas diferentes: actrices, escritoras, periodistas, músicas,
cantoras, artistas, performers se reunieron martes a martes para apoyar la despenalización
del aborto en la Argentina desde la impronta del arte como modalidad de acción
y de lucha.
De
esas jornadas verdes, surgió el colectivo de Poetas por el Derecho al Aborto
Legal, gestado por María Alicia Gutiérrez y Juana Roggero, quienes organizaron,
participaron y acompañaron las lecturas de las poetas cada martes hasta la
media sanción de Diputados. Durante este hacer
este colectivo de escritoras fue encontrando una forma, entramada en la
diversidad y en la coincidencia, en la sororidad, la horizontalidad y la
impronta autogestiva. Pero, principalmente, en la encarnada relación entre
poesía y política que es decir, en la vitalidad del deseo como movimiento de
desborde, de transformación, de ruptura a los silencios consensuados, a los
mandatos del sometimiento de los cuerpos y la voz.
Me
invitaron a leer el jueves 31 de mayo, el día del cierre de las reuniones
informativas en Diputados. Llovía, así que no hubo escenario. La Campaña
Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito había montado una
carpa blanca –que recordaba también aquella primera carpa blanca de los
maestrxs en lucha, como nuestros pañuelos verdes invocan la gesta de las madres
y abuelas y sus fundamentales pañuelos blancos de lucha– y un camión con
acoplado, donde poetas e hijas de poetas subieron para desplegar la pequeña
bandera verde bordada a mano. No voy a describir las sensaciones que tuve en
ese minuto de lectura –todas teníamos un minuto, esa era una de las consignas–
porque todavía se ovillan de palabras. Fueron muchas las emociones que
afloraron en nosotras, imágenes que volvían al presente, el olor acuciante de
la libertad agazapada, el deseo ferviente de acompañar con lo que cada una hace
una movida histórica.
Había
escrito un poema para ese día, no estaba segura y lo reescribí mientras lo
leía. Esta fue la otra consigna: un poema cada una, un poema propio, un poema,
en lo posible, especial para el martes verde. No tenía que ser nuevo, es claro,
pero sí buscado. Todas, las 53 poetas que leímos en los Martes Verdes, tuvimos
que explorar el archivo personal para releernos y encontrarnos con la parte
verde que en nosotras habita, la parte verde que queremos volver a escribir y
la parte verde que todavía no ha sido escrita.
De
esta gesta colectiva, poderosa e irradiante de impronta feminista, surgió como la
idea de hacer un libro. Y en dos o tres días, las editoras del colectivo se
pusieron de acuerdo, armaron reuniones, métodos de trabajo grupales, nuevos
chats, fórmulas de autofinanciamiento, y una serie de cosas que, como una
explosión –y a fuerza de trabajo mancomunado–, condujeron a Martes Verde, un volumen que reúne los
53 poemas leídos en las tardes verdes frente al Anexo de Diputados hasta la
media sanción que permitió que el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria
del Embarazo pasara a tratarse en la Cámara de Senadores. Y acá estamos.
Se
hizo una preventa entre las colectivas para juntar el dinero. Con lo recaudado,
se imprimieron 500 ejemplares. 300, para aportar a la Campaña Nacional por el
Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito; el resto para bibliotecas populares
y para la venta, para que sea posible financiar una segunda edición. Seguramente,
habrá una segunda parte: los poemas leídos hasta la sanción definitiva que hará
del deseo de millones de argentinas, la ley que todas necesitamos.
Como
todo lo que desborda, habrá dos presentaciones. La primera, el martes 31 de
julio a las 18hs., el último día de las charlas informativas en Senadores con
una gran lectura verde. La segunda, el sábado 4 de agosto a las 18hs. en el
Espacio Salvo, para comenzar a vivir la vigilia del 8 a pleno de poesía libre,
soberana y feminista.
Los
colectivos de mujeres sabemos muy bien que, de cualquier modo, la primera
batalla está ganada. En la vigilia del 13 de junio hubo alrededor de un millón
de personas en las inmediaciones del Congreso Nacional y en las plazas de todo
el país esperando y ansiando por la ineludible media sanción, primer paso de
una demanda acuciante y revolucionaria en un país donde los abortos
clandestinos son la primera causa individual de muerte materna. Las estadísticas
de la Campaña indican que cada año se realizan entre 370.000 y 520.000 abortos
clandestinos, en condiciones diversas que dependen de las condiciones
socio-económicas de quienes deciden interrumpir voluntariamente sus embarazos,
desde clínicas privadas con personal especializado hasta métodos arcaicos y vejatorios
que se llevan a cabo, a pesar de todos los obstáculos, en consultorios
precarios o en la completa soledad. La variable de clase es uno de los puntos
centrales que el movimiento feminista en Argentina señala como fundamental para
entender los dispositivos represivos del poder patriarcal sobre los cuerpos y
la subjetividad de las personas gestantes.
Martes verde
recorre estas aristas: el amor, el deseo, la urgencia, el recuerdo de la
clandestinidad, el dolor de la muerte cercana, los mandatos, las diversas
formas del control de nuestros cuerpos, las diversas formas del sometimiento a
los placeres de la tradición patriarcal, las estirpes de mujeres rebeladas que
nos viven e incitan a reclamar lo posible. La imaginación y lo real conviven en
un poema de poemas que le da forma a lo urgente. Con diversidad de voces y
poéticas, Martes verde parece, sin
embargo, encontrar un modo, un dispositivo peculiar para pronunciar lo que nos
fluye, para invocar la sangre y transformarla de muerte en vida. No es lo que
nos habita, es lo que nos reúne. Para hablar del aborto legal, la poesía
encontró una lengua, de forma azarosa e intempestiva. Un poema de 53 poemas, un
reclamo de 53 y millones de mujeres y personas gestantes, un deseo de libertad
en donde radican todo el resto de los deseos: Aborto Legal, Seguro y Gratuito,
¡qué sea ley!
Un
poema collage, compuesto de
fragmentos de Martes Verde:
‘somos
territorio
en
disputa’
‘no
hace falta desvestirse
recostarse
basta’
‘un
deseo late
ahí
donde dicen que
debe
estar el miedo’
‘Universo
soy
Nada
menos’
‘¿Qué
hiciste con las chicas que no lloran
ni
llenan tazas porcelana con labios’
‘Imágenes
que tengo
en
la cabeza y no me puedo borrar’
‘Amanece
y el horizonte se abre
como
el filo de un cuchillo’
‘y
–con el borde de la lengua de la noche
clavado
en mi cuello como vidrio–‘
‘Soy
ahora
la
piel anónima de un número
Una
más
¿Es
mi voz, esa?
¿No
estoy muerta?’
‘Encerré
mi cuerpo
en
un verdadero campo de concentración’
‘Patriarcal?
Petrifica sí
petulante
insiste alardea en el vapuleo
tan
arcaica es la trampa’
‘Pienso
en su maternidad, un contéiner
lleno
de escombros’
‘Es
que Rosa no quiere entregarle todos sus sueños’
‘Será
que sobre el cuerpo y la escritura
siempre
hay que reservarse la última palabra’
‘A
las mujeres nos matan a trocitos’
‘carne
reversible, máscara animal’
‘cada
pacto para producir la dicha, el espesor’
‘Levantarse
post
apocalíptico’
‘No
aborté
porque
mi madre abortó dos veces
tal
vez por mí’
‘Cuando
la pesadilla pasó, vos
aún
de blanco
te
dedicaste a sonreír’
‘En
cada acto de amor estallo
como
una granada’
‘el
punto es ahí’
‘Camino
por mí
a
los diecinueve sola
ese
consultorio oscuro de Barracas. Marcho y marchamos’
‘Dicen
que curan caries a la vista de otros. Eso dice el cartel’
‘no
necesito tu aval
para
enojarme o no coincidir
cien
por ciento con el mundo’
‘Un
río de sangre fluye
dentro
de mí, me inunda’
‘Qué
voy a hacer con todo esto que rebalsa’
‘Un
pozo
en
el fondo un pozo
a
tu derecha un pozo’
‘¡Corre
venada!
Con
tu deseos
y
tus no deseos’
¿¿y
ustedes? ¿se están escuchando?, ¿pueden oír los tambores?’
‘queremos
el derecho a decidir
cuando
el cuerpo decide
más
allá de su saber
de
la ciencia
de
sí’
‘es
como un dique de defensa contra el oleaje’
‘después
de una tormenta
queda
rota’
‘y
el cuerpo cuando se pierde el amor
¿es
el mismo cuerpo?’
‘tejerina
me tejieran una trampa en la que he entrado yo he visto cómo he sufrido y ahora
toda la culpa del villano en mí la llevo en mí’
‘el
pez el símbolo secreto del poder’
‘el
ojo
fuera
de
mí
fuera’
‘Yo
no soy basura,
yo
no como basura,
yo
vuelo’
‘mi
mujer/mis putas, no entendés que somos
todas
a la vez las categorías’
‘Vos
me peyorás cuando decís que ya me conocés’
‘tus
ojos quedan lejos
neblina
el tiempo bisturí’
‘me
gusta tener la casa limpia
hacer
una rica comida
educar
a mis hijos como chicos de la calle’
‘“Mamá se nace
y
¿Cuál es tu hijo preferido?,
realiza
su primer aborto clandestino’
‘‘Aquí
dejo mi historia para que otra se la lleve’, una de nosotras dirá”
‘Si
el amor tiene
condiciones
de producción’
‘Este
grito no es nuevo’
‘¿Y
entonces qué es
no
tener
si
lo que hago es perder
y
perder y perder y perder?’
‘el
destello de los verdes que avizoran
un
pasado de vegetación’
‘¿quién
dijo que el grito de la revolución
no
debe ser un grito orgásmico?’
‘porque
somos un cuerpo
dentro
de otro cuerpo
dentro
de otro cuerpo’
‘Nos
hacemos grito:’
‘clandestinidad
nunca más’
‘Esa
noche la luna
será
lo único
sobre
nosotras’
Citas
en orden de aparición:
Aldana
Antoni - Vanna Andreini - Carolina Bartalini
- Gabriela Bejerman - Flavia Calise - Valeria De Vito - Liliana Ponce -
Mónica Rosemblum - Carolina Giollo - Samantha San Romé - Caro García Vautier - Luciana
Reif - Valeria Belén - Celeste Diéguez - María Insúa - Natalia Carrizo -
Valeria Cervero - María Alicia Gutiérrez - Virginia Janza - Paula Jiménez
España - Natalia Leiderman - Dani Goldín - Andi Nachon - Colectivo de poetas x
la verdad la memoria y la justicia. Poesía YA! - Verónica Pérez Arango - Flor
Codagnone - Vanina Colagiovanni - Lucila Colombo - Blanca Lema - Marian Pessah
- Cristina Piña - Ana Claudia Díaz - Tamara Domenech - Celina Feurstein -
Romina Freschi - María Rosa Maldonado - Marcela Manuel - Noelia Rivero
- MÁQUINA DE LAVAR - Juana Roggero - Corina Maruzza - Gabriela Luzzi -
Ana Luz Vallejos - Ivana Romero - Dani Morán - Paz Garberoglio - Karina Macció
- Valeria Melchiorre - Francisca Pérez Lence - María Victoria Ronsano - Rosa
Ester Rodríguez Cantero - Nina Schiavone - Melina Alexia Varnavoglou
Martes
Verde, se presentará:
Martes
31 de julio a las 18 hs. en el escenario frente al Congreso de la Nación
Sábado
4 de agosto a las 18 hs. en el Espacio Salvo, Luis Viale 89, Buenos Aires
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