"El espíritu de una época" por Marcelo Collazo



La aventura sobrenatural. Historias reales de apariciones, literatura y ocultismo, de Esther Cross y Betina González. Buenos Aires, Seix Barral, 2023, 448 páginas.


“¿Alguna vez, en plena vigilia, vio un objeto o un ser vivo o sintió algo rozando su cuerpo sin que ninguna presencia física justificara esas impresiones?”: Esta es la pregunta que inicia La aventura sobrenatural de Esther Cross y Betina González. A partir de allí el lector se puede imaginar un camino más que posible de lectura. Pero pronto, no más allá de la segunda página, esa primera impresión entusiasta de encontrarse ante un interesante libro de anécdotas sobre fenómenos sobrenaturales quedará trunca tras un despliegue interminable y exquisitamente ordenado de sucesos que, como una fuerza oscura en la agonía del siglo XIX y las estridencias del que estaba naciendo, marcaron los latidos de una ciudad.

Porque esa simple pregunta inicial encierra mucho más que la posibilidad de haber presenciado un fenómeno sobrenatural. La pregunta aborda algo que no necesariamente está del “otro lado”, sino en la posibilidad de energías que pueden, ante situaciones extremas como la misma cercanía de la muerte, romper ese “velo” intangible que separa la razón de un mundo que camina a la par del nuestro.

Cita: “Nueva concepción del más allá, del otro lado, ni de cripta ni de cielo, que transcurre en simultáneo, apenas separado de la vida diaria por un velo”.

Sin embargo, las autoras nos hacen caer en otra trampa: pensar nada más y nada menos en ese aspecto seguiría convirtiendo al libro en un conjunto de historias pintorescas, con una mirada nueva de ese “más allá”, con algunos personajes renombrados y otros ilustres desconocidos y su relación a veces trágica, a veces hasta risueña con ese otro mundo. Cuando se recorren las páginas de este libro se entiende un camino inverso, el de reconstruir el llamado “zeitgeist” o espíritu de una época para entender la necesidad de atravesar el velo que nos separa de ese otro mundo.

A partir de ese descubrimiento las historias empiezan a desplegarse como un mapa  de territorios inexplorados, que con cada descubrimiento nos abre la mejor pintura sobre la época que nos regaló, entre otras cosas, a un grupo de escritores que aún hoy siguen llenando de espectros nuestra imaginación. Y para ello las autoras se valen no sólo de esas mentes que brillaban desesperadamente en la oscuridad, sino de cada uno de aquellos aspectos que eran parte de la vida cotidiana. De esta forma los colores (el verde y el amarillo), los sonidos y su magia, la niebla, los perfumes y los lugares de moda se significan en un mundo que intentaba conectarse con aquello que cerraba sus puertas ante la ciencia y la razón pura de occidente.

| Otra cita: “Hace milenios que la poesía 

es amiga de la magia” |

Y un poco más allá del genio rupturista de Oscar Wilde, son dos figuras las que cobran preponderancia por su relación en algunos momentos obsesiva con el mundo sobrenatural y los conocimientos mágicos para abordarlo. Ellos son Aleister Crowley y el poeta William Yeats. El primero cobra preponderancia por convertirse en el centro de varios escándalos por las excentricidades de sus prácticas en el terreno del ocultismo, en las que se valió de métodos más que reprobables sobre todo para la rígida sociedad victoriana. El segundo lo hace  a través de una poesía exquisita y por su pasión enfermiza con los secretos de los que ya no están en este plano de la existencia, pero que viven atados a este mundo a través de los recuerdos de los vivos. Muy a menudo ambos mundos se juntan en la palabra para expresar la magia: “cuando el alma está inquieta, los que sólo son sombra y canción/ viven ahí/ como vientos de luz en un aire/ oscuro y tormentoso”.

Cross y González retratan la monumental lucha entre Crowley y Yeats. Mucho más allá de la palabra y la acción, muy a menudo en el plano de los conjuros mágicos y los hechizos, sellando lealtades y forjando traiciones con seres patéticos y a la vez muy peligrosos.

Por otro lado, es innegable que gran parte de este movimiento no podía estar al margen de la voluptuosidad artística de la época. Por ello los personajes centrales de toda la obra son los escritores, los pintores y los músicos que, un poco más cerca o más lejos de la línea divisoria de mundos, se valieron de ese espíritu para crear obras geniales que guardan un lugar privilegiado en nuestras bibliotecas. Es así que la figura de Oscar Wilde, su escandalosa excentricidad y su ingenio se convierten en una figura que recorre unas cuantas y merecidas páginas. En él lo fantástico tiene el color púrpura de su vestimenta hasta la llegada de su perturbador Dorian Gray y la innegable figura del doble que sobrevuela parte de la literatura europea de la época.

Y quizás ese sea el otro condimento que completa el espíritu fatal de la época, la presencia de una dualidad a veces indescifrable que recorrió las calles de Londres. Desde el escritor William Sharp y su doble mujer Fiona McLeod, Freud y la elección del camino de la ciencia ante la proximidad de lo inexplicable, Jekyll y Hyde recorriendo la bruma del miedo y haciendo que Stevenson, Wilde y hasta Stoker fueran sospechosos de los crímenes de Jack el Destripador. Ciencia y creencia, quizás en su última batalla, antes de que el siglo monstruoso devorase el horror sobrenatural con sus máquinas letales.

En definitiva, el recorrido que nos proponen Esther Cross y Betina Gonzalez es un camino que muestra con mirada precisa, descarnada y a la vez romántica, las últimas luces de una época irrepetible, el momento exacto en el que los monstruos se replegaron sobre su propio mundo ante el espanto que le producían los seres humanos. Por suerte, contamos con estas dos alquimistas de la palabra y con todos aquellos que mantenemos de una manera u otra entornada la puerta que da al abismo. Por las dudas, ustedes –desprevenidos lectores– sigan atentos a los llantos de los Banshees bajo la ventana y a la presencia de los Sidhe, que siguen en busca de almas que poseer. Para nosotros es demasiado tarde.


Comentarios

  1. Muy buena reseña!!! Increíble como esta escrita.

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  2. Muy buena la reseña. Si el cometido es que querramos comprar el libro, lo consiguio.

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