"La maestría de la sencillez", por Anna Rossell
Retrato de la madre de joven, de Friedrich Christian Delius. Traducción de Lidia Álvarez Grifoll. Barcelona, Sajalín Editores, 2011, 109 págs.
Como es habitual en este autor alemán –galardonado con el prestigioso premio Georg Büchner 2011–, también en esta novela Friedrich Christian Delius (Roma, 1943) aborda un tema de la historia de su país. Ubicada temporalmente en 1943 y geográficamente en Roma, Delius nos introduce, de la mano de una discreta voz conductora, en los pensamientos de una mujer de veintiún años, eje de la narración.
A partir de una sencilla idea –el paseo a pie de apenas una hora desde su casa hasta la iglesia evangélica de la Via Sicilia, a donde se dirige para asistir a un concierto–, el autor nos permite acompañar a su protagonista. Contada en estilo indirecto libre –lo cual permite a un tiempo empatía y cierta distancia–, Delius consigue un relato magistral en el que retrata a un cierto prototipo de ciudadano alemán –Margarethe–, cuya infancia lleva el sello nacionalsocialista, a la vez que da cuenta del ambiente social y político en Alemania y en Roma y del transcurso de la guerra.
Los pensamientos de Margarethe –nacida en una pequeña ciudad luterana, educada por una familia tradicional en esta religión y casada con un pastor evangélico, que ahora sirve en el norte de África– fluyen casi sin interrupción de principio a fin. Sólo los momentos de descanso, a los que la obliga su avanzado estado de gestación, permiten un alto en el camino. Ello se refleja con originalidad en la estructura de la novela, pues Delius construye el flujo narrativo a base de cortos párrafos separados –que pretenden transmitir las pausas físicas y emocionales de su heroína– sin que ello detenga sus reflexiones, que discurren encadenándose, contenidas sólo por la mesurada intervención de la voz narradora, articuladas con comas y un único punto al final de la novela.
Siguiendo los pasos de Wolfgang Koeppen, que también eligió Roma como escenario de alguna de sus novelas, Delius se confirma como un maestro de la asociación: con extraordinario acierto y sin perder de vista la ascendencia de la protagonista, una humilde muchacha de pocos estudios. El hilo narrativo va tejiendo su entramado asociativo a partir de los monumentos romanos del trayecto, que el pensamiento de la heroína relaciona con otros de su contexto histórico-cultural, o incitado por carteles publicitarios o la visión de militares alemanes. Predispuesta por la añoranza de su marido –reclamado a filas a pesar de su lesión en una pierna precisamente cuando ambos iban a iniciar en la capital italiana su vida en común–, la joven esposa se entrega a sus recuerdos y reflexiones. Arropada en el aislamiento que le proporciona la casa de las Diaconisas Alemanas de Kaiserswerth, donde vive, Margarethe se siente insegura y sola en las calles de una ciudad en la que todo le resulta ajeno y hostil. De su discurrir emerge una mentalidad sencilla pero sensible, que en su sincera religiosidad evoluciona desde el adiestramiento de los lemas inculcados por su educación nazi en la Liga de Muchachas Alemanas hasta encontrar su genuino lugar, acorde con su verdadero sentir. A ello contribuyen las contradicciones que la futura madre percibe entre las enseñanzas de la Biblia y las consignas nacionalsocialistas –magnífico el trabajo asociativo del autor al citar salmos y divisas–, en las que se desenmascara la sutil manipulación ideológico-lingüística del Führer, así como el recuerdo de las lúcidas opiniones de su amiga Ilse, que sirve de contrapunto al personaje. La evolución en el sentir y el pensar de Margarethe culmina en las últimas páginas, que Delius –especialmente afecto al arte y a la música– construye como apoteósico catártico final sin faltar a la verosimilitud: en el propicio ambiente de la iglesia evangélica, que la envuelve en el manto familiar de su religiosidad e impulsada por el cuarteto de cuerda en do menor de Haydn y de la Cantata 56 de Bach, la protagonista da rienda suelta a su emoción. En una pormenorizada y extensa descripción el poder de la música conjura el miedo a la guerra y desencadena un pulso entre la muerte y la vida, que culmina en un vehemente clamor de “todos los generales de todos los frentes, cristianos, paganos, judíos, comunistas” por la paz.
El mismo sello editorial publicó el pasado año, del mismo autor, otra pequeña joya: El paseo de Rostock a Siracusa.
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