“Toda antología es política”, por Miryam Pirsch



Un sobresalto en el corazón, una punzada en la boca. Antología urgente, Cabezón Cámara, G. - Borrelli Azara, G. - Roldán, J. (Editores). Buenos Aires, Patronus, 2020.


La escritura en tiempos de pandemia ya podría considerarse un género en sí mismo: diarios de cuarentena, ensayos y polémicas acerca del coronavirus y sus consecuencias (varios y muy valiosos publicados en esta revista[1]) además de las ficciones que empiezan a escribirse, que vamos conociendo a través de publicaciones en línea y quién sabe en cuántos libros que leeremos próximamente.  En este caso, la urgencia combina educación, arte y solidaridad: Javier Roldán, docente de Literatura de escuelas secundarias del conurbano, ha organizado proyectos editoriales que transforman lo recaudado en frutas y verduras para la población escolar  de escuelas y merenderos en este caso, así como antes editó libros de poemas cuyo destino fue la provisión de útiles escolares.
Fruto o emergente de esta situación excepcional, Un sobresalto en el corazón, una punzada en la boca es el emprendimiento que ha gozado de mayor difusión por la participación de Gabriela Cabezón Cámara en el proyecto y los nombres que integran esta miscelánea de autorxs de generaciones, estéticas y géneros diversos que incluye cuentos (Silvia Iparraguirre, Mariana Enriquez, Claudia Piñeiro), el principio de una novela inédita  (Sergio Olguín), la prosa más experimental de Carlos Ríos o la ficción ensayística de Francisco Bitar, por mencionar algunos de los once titulares que conforman este seleccionado.
Además de aplaudir la iniciativa, propuestas como esta vuelven a hacernos pensar acerca del rol del arte (la literatura en nuestro caso) en estos momentos: de iniciativa individual a  proyecto colectivo y en tanto proyecto solidario, un proyecto político en la medida en que busca accionar sobre una situación, modificar un estado de cosas que la pandemia ha venido a agudizar.
 Más allá de la participación solidaria, cada uno de estos textos ¿a qué se compromete? El prólogo de Cabezón Cámara organiza el corpus a la manera de manifiesto que pone su compromiso en metáfora y diciendo lo que los textos también dirán aunque no lo hagan explícitamente: “Como si dijeras pera y la palabra se tornara fruta y la mordieras y te llenara la boca de su dulzura solar, de su energía tibia; esta antología, lectora, lectore, lector, nace con la vocación de acortar la distancia entre las palabras y las cosas” (p. 3).  Y allí nos encontraremos después, lectora, lectore, lector, con huérfanos reconocidos y abrazados por abuelas; adultas que se conmueven con las niñas que han sido; los adolescentes que el Riachuelo devora con la ayuda de su acólito, la policía; el asombro y el miedo que se disputan entre quien se encuentra sola o solo por primera vez; el adulto que escucha de la boca de una desconocida la verdad sobre el secreto mejor guardado de su familia… Inocentes desamparados que buscan (y a veces encuentran) una mano que los sujete y los salve del ojo de la tormenta.
Carlos Ríos da cuenta de esa tormenta con un disruptivo “Majul” que nos ubica en espacio y tiempo: La Plata, 22 de mayo de 2020. El texto datado en plena pandemia da cuenta de ella y su contexto: “operaciones” de todo tipo, periodistas serviles y expertos en el uso del condicional, identidades duplicadas que oscilan de estrella mediática manipuladora de la realidad a golpeado y humillado por los manipuladores cuando se apagan las luces del set, porque “Majul mata pandemia” (p. 47) y porque “Majul” se para dentro de ese caos que arrasa con todo sin el menor miramiento y sale, seguramente, sano y salvo porque es cómplice, porque a él tampoco le importan los que están del otro lado de la pantalla. “Majul” nos avisa, nos advierte lo que pasa cuando nos hundimos en el individualismo meritocrático y nos olvidamos aquella invitación del prólogo/manifiesto, que “…solamente vamos a poder seguir si nos encontramos en el amor solidario. Porque nos necesitamos. Y nos necesitamos bien” (p.3).
Y porque nos necesitamos bien, no perdamos de vista que a la Argentina Majul no le interesan los efectos de la pandemia (por eso no los dice), y que es mejor ser parte del abrazo comprando/leyendo/donando a través de los cuentos de esta antología urgente.






[1] En esta misma sección de Boca de sapo puede leerse la serie “Corona-killers y otros demonios” de Jimena Néspolo  y de Florencia Eva González, por ejemplo.

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